Meditación sobre la reaparición de Aquel que Viene
Etapa I: Después de haber alcanzado una quietud positiva e intencionada de la personalidad, formular con claridad y con sus propias palabras las respuestas a las preguntas siguientes:
- Como miembro del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo ¿cuál es mi intención específica y fija en este momento de dedicado contacto con mi alma?
- El propósito de mi personalidad, concentrado y expresado, ¿está de acuerdo a la intención jerárquica -hasta donde se me permite conocerla?
- En mi propia vida diaria personal ¿he adquirido el derecho (debido al esfuerzo definido y no tanto al éxito alcanzado) a permanecer con esos Servidores que están emprendiendo ahora el trabajo de preparación?
Ésta es la única vez en la meditación en que se piensa en sí mismo, y se expone aquí porque es un método que emplea la personalidad para alinearse y enfocar la atención en el nivel mental.
Etapa II: Después de responder a estas tres preguntas a la luz del Alma, decir con énfasis:
«Olvidándome de las cosas del pasado, me esforzaré hacia mis posibilidades espirituales más elevadas. Me dedicaré de nuevo al servicio de Aquel que Viene, y haré todo lo que pueda para preparar las mentes y los corazones de los hombres para tal acontecimiento. No tengo otra intención en mi vida».
Etapa III: Visualizar la situación mundial lo mejor que se pueda de acuerdo al interés y el conocimiento que se posea de los asuntos del mundo:
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- Visualizar la humanidad, brillando con una tenue luz, y también puntos más brillantes de luz aquí y allá, donde miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo y hombres de intención espiritual y de corazones amorosos, trabajan en bien de sus semejantes.
- Visualizar, por medio de la imaginación creadora, la vívida luz de la Jerarquía, que fluye hacia la humanidad y se mezcla lentamente con la luz que está ya en las personas. Pronunciar luego la primera estrofa de La Gran Invocación:
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes humanas.
Que la Luz descienda a la Tierra.
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- Reflexionar sobre la reaparición de Aquel que Viene, no importa el nombre con que se Lo designe en las diversas religiones mundiales, pues sigue siendo la misma Gran Identidad; reflexionar y conjeturar sobre los posibles resultados de Su aparición. Pronunciar la segunda estrofa de La Gran Invocación:
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Afluya Amor a los corazones humanos.
Que Aquel que viene retorne a la Tierra.
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- Procurar concentrar fijamente su intención de servir y difundir amor en todo lo que lo rodea, y comprender que hasta donde le es posible hacer estas cosas, fusionará su voluntad personal con la Voluntad divina. Pronunciar la tercer estrofa de La Gran Invocación:
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades humanas,
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
- Considerar lo que puede hacer prácticamente durante la próxima semana a fin de acelerar la preparación para la venida de Aquel que Viene.
- Pronunciar el OM tres veces, dedicando la triple personalidad al trabajo de preparación.